El día de los enamorados fue el domingo y ya que el tema de estos días está siendo el amor, quiero dejarte 3 preguntas que para mí son clave a la hora de comprender si en determinada situación o vínculo está habiendo Amor. 

Vale para observar nuestras elecciones, la forma en que nos hablamos internamente y los vínculos y situaciones en los que estamos.

Llegué a hacérmelas por experiencia propia, porque la ausencia o presencia de estas tres “cosas” creo que ayuda a comprender cuando la energía presente es la del amor o es alguna otra.

Las preguntas:

1) ¿Está habiendo libertad?

Clave, sentir que hay espacio para que yo sea “lo más yo” posible. Que no tengo que cuidarme de lo que surge de mí, que no tengo que medirme, editarme, silenciarme o disimular. Sentir que lo que sale de mí es bienvenido, está ok. Esto no quiere decir que estará ok faltar el respeto, maltratar y todos los etcétera que apliquen, por supuesto. Me refiero a aquello espontáneo que aparece en la honestidad, a lo imperfectamente humano que somos, a sentir espacio para expresar deseos, pensamientos y emociones, para elegir, para jugar, para abrirnos a la vulnerabilidad, a equivocarnos, a probar, a experimentar.

2) ¿Me conecta con la confianza (Y le baja el volumen al miedo)? 

Muy alineado con lo anterior, el amor es el opuesto del miedo y nos conecta con la confianza. Nos lleva a respirar y apoyarnos en las propias cualidades y herramientas que nos ayudarán a atravesar los miedos.

El miedo no es un enemigo, es un alerta que nos habla de la distancia que sentimos entre el tema atemorizante y los propios recursos para enfrentarlo. Por eso, cuando hay amor, el volumen del miedo baja, no quiere decir que desaparezca, que la vida se vuelva 100% fluidez, pero sí que la voz interna que se siente capaz toma las riendas. Sigue habiendo desafíos y trabajo por hacer, pero con la chispa interna encendida y vital.

Roberto Perez (tiene una conferencia de los Miedos en las etapas de la vida, que es muy interesante, podés mirarla acá) dice que el miedo es a la vida lo que el viento es al fuego, cuando el fuego es consistente, el viento lo anima, cuando el fuego es débil el viento lo apaga. Por eso lo importante es el estado de ese fuego, de la confianza en nosotros mismos, nuestro valor y herramientas.

3) ¿Me contacta con sentir que valgo y merezco “porque sí”? 

Es decir, que no tengo que hacer nada, ni lograr nada, que soy amada o amado por quien soy, y listo. Esto no es una invitación a la parálisis, para nada! a por los sueños y la vida que deseamos! Pero cuando la situación trae amor, trae ese ensanchamiento del pecho que nos recuerda esta especie de derecho divino y universal. Nos ayuda a ponernos en perspectiva, a vernos con buenos ojos, a sabernos aprendices y sentirnos parte de algo muchísimo más grande que nosotros.

A mí me ayuda mucho poder mirar las situaciones tamizadas con este filtro de preguntas. Me sirve para chequear también internamente cómo yo estoy conectando. Si es el contexto que no habilita el amor, o estoy siendo yo que lo limito por alguna razón. Me ayuda a comprender, esa es la palabra, para luego elegir cómo y por dónde seguir.

Como siempre, recomiendo escribir a mano en un cuadernito destinado a estas indagaciones las respuestas y reflexiones que te surjan.
Espero que te sirvan y contame cómo te fue si las aplicás.