| El principio de Correspondencia Hola!! ¿Cómo estás? hoy vengo con un tema que me ¡ENCANTA!, te cuento: El estudiar astrología me hizo entrar en contacto profundamente con una expresión, quizás muy conocida y tal vez tomada un poco a la ligera: “como es adentro, es afuera; como es arriba, es abajo”. Resulta que la “frase”, es uno de los 7 principios descriptos por Hermes Trismegisto, de quien se dice que fue el inventor de la alquimia, la astrología y la psicología y de quien proceden las investigaciones numéricas y físicas que dieron lugar a las matemáticas, la geometría y la música. Estos 7 principios (que conocí primero en mi formación de Reiki – los conocimientos siempre terminan por entrelazarse-) tienen carácter de Verdad Universal, explican el mundo y no cambian, no dependen de nada y hacen sentido en diversas corrientes filosóficas, científicas y religiosas. “Como es adentro, es afuera; como es arriba es abajo” es el principio de Correspondencia. |
| Las posibilidades que se abren al mover el punto de vista El principio de correspondencia nos dice que aquello que está afuera, tiene relación de similitud, “es como”, lo que está adentro. Es decir, aquello que nos rodea, y nos es relevante, nos llama la atención, conecta con nosotros de alguna forma, se parece a nosotros. Hay un ejercicio muy hermoso para apreciar esto, acá te lo dejo por si querés probarlo: >>El ejercicio es lindo hacerlo en grupo, o si no, de a dos. Se trata de salir a la naturaleza (o a la calle), tomarnos un rato para observar y elegir algo en particular. Luego, registrar con detalle aquello que nos llama la atención. Escribir qué vemos y porqué nos atrae. Por ejemplo: este arbusto con frutitos rojos, tan cercano, alegre, flexible. O este árbol, imponente, estable, frondoso, que con su sombra da clama y cobijo. Luego, volver y compartir con el grupo o con la otra persona. Es importante escuchar y que te escuchen, ya me contarás qué es lo que sucede…. Este principio está presente con todo lo que podemos considerar hermoso en nuestra vida y también con aquello que podemos sentir como muy feo, incómodo o desagradable. En general, la tendencia automática frente a estas últimas sensaciones, es a sentirnos separados de aquello que nos genera dolor, quizás sentirnos víctimas, tal vez sentir rechazo, o incluso sentirnos muy solos o solas en la vivencia “yo no tengo nada que ver, pero todo se desmorona a mi alrededor”. También puede darse la inversa, que no reconozcamos cuánto de nosotros hay en aquello que se siente hermoso de nuestro mundo. En ambos escenarios, se abre una inmensa posibilidad de descubrimiento y florecimiento para nuestro Ser, si cambiamos el punto de vista, y nos permitimos preguntarnos de qué forma o en qué medida eso de afuera “es como” algo de adentro. Otro movimiento interesante sobre lo que puede traer un cambio de punto de vista es cuando miramos los hechos desde más arriba, como quien mira todo el contexto, la línea histórica, y los hechos en cuestión como parte de una historia más grande. Al respecto dejé algunas preguntas disparadoras en el post de hoy en mi Instagram. |
| Qué aporta la Astrología La astrología adquiere una gran relevancia a la hora de interpretar el principio de correspondencia porque nos presenta nuestro mandala energético, es decir, nos trae claridad sobre las energías que nos conforman de una manera única. Estas energías pueden estar reconocidas (lo que se conoce como “en luz”), y entonces las desplegamos y vemos en nuestro mundo con relativa facilidad. O pueden estar negadas o escondidas (lo que se conoce como, “en sombra”) por diversas necesidades de nuestra historia y proceso de crecimiento. Y entonces, estas energías van a aparecer afuera, proyectadas en otras personas o en forma de destino. Están presentes en lo que se conoce como nuestro Campo Energético, que es el afuera que nos interpela o nos choca especialmente y al que nosotros también modificamos con nuestra presencia. Esto ocurre porque la energía ES, existe, está. No tenemos forma de hacerla desaparecer. O aparece a conciencia adentro, o aparece “sin querer” afuera. Pero en algun lado, la energía se expresa, se hace visible. En la medida en que vamos identificando qué información propia nos trae el afuera, menos de estas experiencias tendremos, porque ya no las necesitamos para reconocernos. Y vendrán otras, por supuesto. Algo, a mi entender, maravilloso que se deduce de esto, es la importancia de que cada quien viva sus experiencias únicas, y cómo LITERALMENTE, cada ser humano necesita diferentes experiencias. |
| Qué podemos hacer La invitación es a abrirnos a mirar la escena con curiosidad. Podemos preguntarnos: ¿qué de esto es mío? ¿dónde me molesta o resuena? ¿a qué se parece? ¿en dónde yo hago algo parecido? ¿me animo a expresar algo de ese estilo en algún ámbito? ¿me trato yo a mi de una forma similar? ¿cómo sería si yo tuviera esa cualidad que veo afuera? Aunque parezca muy loco, es probable sentir mucha paz al descubrir cuanto de eso que veo afuera es, de alguna forma, también mío. Puede traer cierta sensación de empoderamiento, de potencia y hasta de libertad, porque en última instancia lo que estamos haciendo es permitirnos abrazar aspectos propios. Y abrazarnos siempre se siente bien. |
No responses yet